Las mariposas tienen un significado importante y a menudo se comparan con la vida y las experiencias de las personas. Ya que las mariposas representan la existencia y la necesidad de las condiciones adecuadas de vida, tanto en un ámbito físico como en el emocional, que abarca el bienestar, la vida, el aliento, el progreso, entre otros aspectos. Al hacer una comparación entre las personas y las mariposas, se habla de transformación, no solo externa y física, sino también interna y emocional. Las mariposas son un ejemplo de cambio, de perseverancia, de resiliencia, de paciencia y de fe.

Los seres humanos son seres dinámicos que están en constante cambio, ya sea que lo busquen o no, debido a que existen factores externos que los obligarán a estar en ese dinamismo. Por ejemplo, factores socioculturales, económicos, de época, de salud, avances tecnológicos, políticos, culturales y otros aspectos a nivel mundial. Por ejemplo, el estilo de vida y las necesidades de una persona que nació, creció y vivió en los años 1900 son diferentes de quienes nacieron y viven en los años 2000.

Muchas veces, el constante bombardeo sociocultural y las presiones propias de la vida someten a las personas a diferentes situaciones de estrés, angustia, ansiedad e incluso pueden desencadenar enfermedades físicas, lo que también generará cambios, no solo en el individuo en sí, sino también en quienes lo rodean.

No se debe perder el norte y la perspectiva propia. Es vital que cada individuo se recuerde a sí mismo y lo haga con frecuencia. Todos son únicos, diferentes, irrepetibles, con distintas oportunidades, ventajas, desventajas, capacidades, gustos, colores, formas y tamaños. La sociedad actual a menudo muestra ideas y estilos de vida que son simplemente inalcanzables, quizás ficticios, y que son muy consumistas, lo que finalmente somete a la persona a niveles elevados de estrés, ansiedad, autoengaño, depresión, baja autoestima y endeudamiento, simplemente porque no se cumplió esa expectativa social.

Qué afortunados somos al comprender que hay una enorme y amplia variedad de personas como gotas de agua en el mar, todas diferentes en estilo, color, tamaño, posibilidades y demás. Sería quizás muy aburrido si todos fueran exactamente iguales.

Una de las claves es aprender a amarse tal cual es, autoconocerse para saber cuál es su verdadera esencia, personalidad, límites y estilo. Y eso sí, es muy importante respetar el espacio y la libertad de los demás, sin caer en actos agresivos, discriminantes o humillantes.

La vida es única, pasa muy rápido en realidad. Cada etapa de la vida trae su propio afán, sus responsabilidades, sus propias energías, su propia fuerza y satisfacciones. Entonces, aprenda a aprovecharla en su propio beneficio y de manera sana. Abrácense, ámense, compréndanse, enójense, lloren. Cada emoción, sentimiento, es válido, justo y necesario, pero crezca y utilícelos para el autoconocimiento y el crecimiento personal.

Muchas veces, el transcurso de la vida lo pondrá en situaciones y circunstancias que jamás imaginó o planeó en su proyecto de vida. Pero lo importante es lidiar con eso de manera asertiva en ese momento, en lugar de vivir en pena y derrota por el resto de la vida. Recuerde que la vida misma es dinámica y está en constante cambio.

Licda. Geovanna Chacón

Psicóloga